Había pasado un tiempo mal, desde el día que me comunicaron cuando saldría el juicio. La semana en que se celebraría, ya no pude dormir, la noche anterior me la pase temblando de miedo y de asco.
Temía tanto enfrentarme con sus ojos como con sus manos, sabia que al ir a juicio firmaba mi sentencia de muerte, el me lo había dicho muchas veces, "si te vas… te mato".
Yo le conozco, de nada habían servido las otras ordenes de alejamiento, y mientras yo me sentía prisionera de alguien que una vez ame, el se sentía libre por maltratar a alguien que jamás quiso, que me hizo ser esclava en las noches, y maltratada en los días, eso a el no le importaba.
Mañana será el juicio, mi hijo vendrá conmigo, el lo presenciaba todo, se había enfrentado con el al igual que yo, por eso en estos días pasados, la fiebre subió en su cuerpo, y el horror en el mío, deseando que pasara la pesadilla.
Yo ya sabia lo que pasaría, daba lo mismo una pulsera en el tobillo, que la cárcel, el no se mantendrá lejos, en el menor descuido me matara, y nosotros, ni hijo y yo mañana le veremos, y eso nos tiene paralizados, asustados, y enfadados con la justicia, porque yo se mi final.
La justicia no tiene que ponernos agentes para que nos vigile, solo que los vigile a ellos, nosotras somos victimas, y hace mucho que no somos libres, yo se que, jamás lo seré.
Mañana será el día, hasta hoy tenia un nombre, después solo seré un numero, seré la victima 32, o 41, de este año, se que viviré poco, por eso dejo constancia de ser un numero mas este año, da igual, si hay cárcel saldrá pronto, y tardare un poco mas en morir, lo que dure su condena, si hay solamente y una orden de alejamiento… ese mismo mes moriré, lo se, y ya me estoy preparando, pero ¿que será de mi hijo? Lo matara después fingiendo un accidente, o ¿nos matara juntos…?