miércoles, 25 de junio de 2014

SOBRABAN...



SOBRABAN...


Sobraban las palabras entre nosotros y también todo lo demás.


Sobraban las miradas, las amenazas, los puños frente a mis ojos, los insultos frente a mis hijos.


Sobraban las noches de sueños, y mucho más las noches en vela, que por miedo no podía ni cerrar los ojos, y así cada día y cada noche juntos.


Me sobraba el miedo y me faltaba dignidad mirando las caritas de mis niños, me dejaba pegar,  y entonces oí decir algunas que era lo que me merecía por ser tan mansa, por dejarle hacer, por no luchar a brazo partido frente a él.


Pero no pude, siempre es lo mismo, nadie me ayudo en mi desamparo, a nadie conté mis heridas, a nadie le hable de malos tratos contra mi persona total… hay tantos…


Y fui secándome como el esparto, hasta mi lengua y mis lagrimas lo hicieron, para que, como dice ese cantar… para que quiero yo llorar si no tengo quien me oiga, y fui cobarde, lo sé, después de los años, sigo siéndolo, es mi destino, no hay lucha, y como dicen algunos… cada una tiene lo que se merece.



 PD: Estoy de vacaciones, perdonar mi tardanza en contestar, no me funciona bien internet. Gracias

sábado, 14 de junio de 2014

SENTIRSE BIEN...





SENTIRSE BIEN...


Sentirse bien es casi un derecho, es nuestro carné de identidad en la vida, pero ese carné se pierde cuando la vida nos idiotiza enamorándonos…


Nuestras madres nos cuidaron con amor, ellas quisieron siempre que fuésemos felices, pero en la primera piedra del camino nos caímos, nos cayó encima, y solo nos dejo respirando despacio sin poder llenar de aire nuestros pulmones, para respirar vida.


Esa vida se va alejando, dejándonos macilentas y secas, sin color en nuestro rostro, o solo con el color que nuestro maltratador pinta con sus golpes casi diarios, porque así lo decide en el momento.

No somos tontas aunque a veces lo parezcamos, solo el miedo nos paraliza, nos hiere, nos insulta, y a veces nos mata, en esta circunstancias es difícil ser valientes, porque siempre el maltratador tiene las de ganar.


La violencia clama violencia aunque digan lo contrario, mas de una vez si la mujer no se asustara y respondiese con los mismos actos que el maltratador, quizás no sería tan fácil para él, no estaría tan dispuesto a sus “jueguecitos”, porque nosotras también podríamos dejar nuestra huellas en sus rostros aunque fuesen arañazos, que a sus amigos les haría mucha gracia…


Podemos defendernos aunque no sea en igualdad, por eso estar alertas para que en la primera de cambio no ruedes por el suelo, y sartén en mano… juguemos al tenis con sus cabezas ¡¡¡ BASTA YA!!! 



miércoles, 11 de junio de 2014

TIEMPO




TIEMPO


Parecía que el tiempo y el sonido se aliaban para dejarme confundida, con miedo y sin palabras, temblando esperando su furia.


Dejaba lo mejor para la hora del “recreo” esa era la hora cuando mis hijos estaban en el colegio, y para él la hora del placer… de mis lamentos y mis lágrimas, sus risas, y mi soledad.


Nuestra vivienda lejana de todas las casas de pueblo hacían de mis días un continuo padecer, pero donde ir con mis cuatro hijos, sin un techo para ellos, sin más vida que el día a día.


Yo al regresar a casa después de llevarlos al colegio le veía sonreír socarronamente, yo al principio pensaba que era como pedirme perdón sin palabras, yo perdonaba la noche anterior, o la mañana, pero todo seguía igual, incluidas sus violaciones, que como yo era suya… no tenía que pedir permiso, era lo que él quería.


Dejo de hacerme marcas donde podían hacerse  preguntas, y solo permanecía en mi la tristeza, yo ya apenas hablaba, no sonreía, nada de la vida era digno de vivirse, al menos para mí.


Intentar que mis hijos no notasen nada cada día era más difícil, ellos más mayores dándose cuenta de más cosas, yo cada día más encogida del dolor y la pena, de que ellos presenciaran algo más que palabras diarias.


Y seguí viviendo en los silencios, y llorando en medio del campo, para que a su llegada todo pareciese normal, y nadie más llorase en esa casa de furia y maldad.