ADIÓS
Yo ya no quiero recordar aquel adiós de llanto, de palabras
a gritos, gritos malsonantes, de indiferencia y hastió.
Quiero pensar que el daño paso, aunque en las noches se me duerma el cuerpo entre el dolor y el
recuerdo, entre gritos del alma, entre susurros de no vuelvas.
Yo siempre quise sin pensar en lo que tendría que aguantar
por hacerlo, pero llego el día del despertar, y el que almacena daños, el que
no olvida, el que no perdona, y entonces supe que…
Deje de quererte en aquella primera amenaza, en aquella
noche sin susurros, en aquel despertar con los ojos morados y rojos…
Y volveré a despertar cada mañana encogida, con los
sentimientos rotos, y con el miedo de siempre detrás… observando.