Dolían tanto los días, que al llegar la noche nada me importaban tus golpes, estaba tan dolorida que era un dolor más…
Y deje que destrozaras mis sentimientos porque deje de decirte te quiero, no quería engañarte… ya no te quería más que en el ayer, pero eso ya había pasado.
Y comencé a hacer mi vida sin rozarte, aunque tus empujones cada día eran más fuertes, y las voces también, deje que nada de lo que me decías no me hiciese daño, pero a veces no lo conseguía, y me dolía mi vida sin ti, y más aun… contigo.
Lola, hermoso y duro poema, me he puesto por un momento en su piel, y como duele estar en ella.
ResponderEliminarBesos
Hola Verónica, si amiga muy duro, es lo que hay en estos tiempos, y parece ser que sin arreglo, gracias por tu visita. Un abrazo.
EliminarY sintió una desconocida, una vivificante liviandad...
ResponderEliminarAbrazos
Hola Amando, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
Eliminarcreoque hoy tocaste un tema muy pero muy de hoy
ResponderEliminarcomo se diria del diario vivir
y la verdad muy bien reflejado
saludos
Hola, si un tema muy penoso que acontece cada día, ojala terminase pronto. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarMuy sugerente todo lo que he leído; este fin de semana trataré de dedicar más tiempo a tu blog.
ResponderEliminarGracias por tu vista.
Es imposible querer a quién así nos puede tratar.
ResponderEliminarImposible. Acaso sea haya otra palabra para expresar ese "no amor".
Besos
Estas segura que ya no lo quieres? Un fuerte abrazo desde la distancia.
ResponderEliminarEs un paso importante el poder decirle, a la cara, lo que se siente. Claro que, lo más seguro, es que luego llegue la réplica para intentar acallar la mala conciencia del maldito maltratador.
ResponderEliminarFeliz día.
Besos.