PRINCESAS...

 

 

 

PRINCESAS...

Nos hicieron nenas dependientes, al envolvernos entre encajes y algodones.

Quisieron que fuésemos siempre protegidas consentidas y alimentadas por ellos, sin tener en cuenta nuestro instinto y nuestros sueños.

Fuimos criadas como princesas sin reino ni país, solo a la espera del príncipe que nos llevase al altar, para hacernos putas en su cama, y esclavas en su casa, sin opinión, ni esperanzas.

Y dejaron que muriésemos en la cocina, frente al fuego de sus guisos, y el agua del fregadero como lagrimas continuas, siendo alfombras para sus pies, que utilizaron como zapatillas viejas cuando les venia en gana, sin oír nuestros lamentos, nuestras palabras, nuestras opiniones.

Como flores en un jarrón, o simplemente como macetas según les venia en gana, nos presentaron en sociedad cuando de ello dependía su puesto de trabajo, ya que ni salero tenían para presentarse con sus queridas, fingiendo ser los mejores esposos amantísimos, y padres entregados.

Ahora se van cayendo las vendas de los ojos de la sociedad, al levantar las sabanas de los cadáveres que cada día tapan la cara de ti mujer maltratada, y mas tarde asesinada, mujer valiente, que pagaste el miedo con tu vida.

Siempre serás lo mejor de este mundo, por que a través de ti llego la vida, no siendo solo vehículo de ella, si no buena tierra para vivirte, amarte y recordarte siempre.