ADIÓS
Yo ya no quiero recordar aquel adiós de llanto, de palabras
a gritos, gritos malsonantes, de indiferencia y hastió.
Quiero pensar que el daño paso, aunque en las noches se me duerma el cuerpo entre el dolor y el
recuerdo, entre gritos del alma, entre susurros de no vuelvas.
Yo siempre quise sin pensar en lo que tendría que aguantar
por hacerlo, pero llego el día del despertar, y el que almacena daños, el que
no olvida, el que no perdona, y entonces supe que…
Deje de quererte en aquella primera amenaza, en aquella
noche sin susurros, en aquel despertar con los ojos morados y rojos…
Y volveré a despertar cada mañana encogida, con los
sentimientos rotos, y con el miedo de siempre detrás… observando.
Lola: tus palabras son las de cada mujer golpeada, mujeres algunas que no saben como salir del mundo de violencia en el que estan encerradas.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Hola María Rosa, así es amiga, las mujeres maltratadas no saben cómo salir de ese infierno, es triste que se queden tantas en el camino. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarEs muy triste...
ResponderEliminarLa mujer maltratada, incluso se llega a sentir culpable...
No sé como puede haber hombres así...
Lo mejor romper con todo cuanto antes. Y si no se puede olvidar, al menos estar lo más lejos posible.
Muchos besos.
Así es, la mujer que es víctima se siente culpable de lo que un desalmado hace. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarTriste, y desgraciadamente verdad.
ResponderEliminarBesos Lola.
Gracias Rafa por la comprensión. Un abrazo.
EliminarMuy duro, solamente hay que ponerse en la piel de cada una de ellas, para saber lo que tiene que ser el horror de vivir (que no es vivir) de esa manera.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola amigo, sí que es difícil ponerse en la piel de quien cada día espera los golpes como regalo de un amanecer mas. Gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo.
EliminarAmiga, no dejes nunca de denunciar esta lacra.
ResponderEliminarUn abrazo y mi respeto hacia tu labor.
Hola Paco, yo quisiera dejar de escribir estas cosas, pero mientras las leyes no se cambien y la mujer este a salvo gritare lo que pueda, alguien me escuchara. Gracias por tu visita. Un abrazo.
EliminarDurísima realidad la que retratas siempre.
ResponderEliminarTe dejo mi apoyo incondicional.
Besos.
Hola Belén, siempre me alegra verte, aunque sea comentando estos escritos tan tristes. Gracias. Un beso.
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