SIN NADA...

 

 

SIN NADA...

 

 

Te dejaron sin tu casa, sin tus hijos, y hasta sin  autoestima, sin alma para que no pudieses vivir ni después de muerta.

 

 

Te dejaron a solas con los golpes, anclándote en tu locura de dolor y desespero, sin querer decir nada a los que te quieren porque te sientes avergonzada, aun siendo tú la víctima.

 

 

Como me gustaría verte empezar a volar de nuevo, sin que nadie te corte tus alas fuertes y bellas y sea tu decisión el quedarte o el marcharte, porque solo tú eres tu dueña, aunque te hayan confundido durante muchos años.

 

 

 

TÚ

 

 

 

TÚ

 

 

Tú, que a pesar de varios naufragios has podido sobrevivir a los dolores de la vida, y seguir soñando despacito… pero poco.

 

 

Tú, que la vida sembró tu vientre varias veces, que fuiste madre y padre a la vez, tú que siempre eres fortaleza y ternura, mereces mis letras y millones de estrellas que guíen tu camino.

 

 

Tú, caminas por calles del día a día, difíciles y sin sentido, y tu andar cansando se asusta y camina sabiendo que al final del camino nadie  te espera, que no desfalleces, y que ahora hay nuevas oportunidades para vivir.

 

 

Tú que has compartido tu casa y tu cuerpo, tus sentidos y tus llantos llenos de dolor y también esperanza, solo para ti  van dirigidas mis letras, a tus sonrisas compartidas llanamente, a tu no tirar la toalla, tu eres mi musa, y a ti te envió estas letras de recuerdo, y fuerza para que sigas caminando cerca de la brisa.

 

 

HABLAR POR NO CALLAR...

 

 

HABLAR POR NO CALLAR...

 

Mientras nosotras tomábamos un café yo le preguntaba ¿cómo va el trabajo? Y ella me volvió hablar de la dureza de trabajar en una casa de acogida de mujeres maltratadas, y que poco quedaba de la docilidad de aquellas primeras mujeres que lo habían perdido todo, desde la dignidad, sus propiedades, y muchas veces hasta la familia.

 

Ahora las cosas son diferentes, los recortes del gobierno hacen que una mujer que aparece allí después de ser maltratada, se plantee volver con el marido porque ya las ayudas no son las mismas, y después de pocos meses te echan a la calle, y hay que buscar trabajo (la mayoría no lo encontraran) y volverán a sufrir después de perderlo todo y ser víctimas del maltratador que ya sabe que las tienen en sus manos, y serán prisioneras de sus maltratos de por vida.

 

Osea que no debemos ir a esas casas que antes ayudaban, debemos quedarnos en casa, que el matratador  nos pise la cabeza a diario, y esperar la muerte… plácidamente ¡¡¡ qué horror!!!

 

La mujer no tiene derechos, y menos ante la ley que como siempre ampara al maltratador sin más justicia que la suya.

 

 

HAY TANTO DOLOR...

HAY TANTO DOLOR...

Estoy dolorida de estos días, de tantas cosas que están pasando con las mujeres, y que tanto se sufre solo de oírlo, pero ¿quien lo para…?

Días fuertes en los que la mujer es protagonista casi todos los días, si no muere a manos del desalmado de turno, muere arrojándose por una ventana al ver llegar los que pretendían desahuciarla de su vivienda, malos días para todos, para la mujeres, madres y esposas mas.

Yo pienso en la mujer que se arrojo por la ventana, como lo tendría todo pensado, y como el día a día se acercaba a la fecha de abandonar su casa, donde había vivido hasta entonces con su familia, después de una vida de trabajo, para no conseguir ni un techo.

Mi indignación es tanta, que veo que esto último también es maltrato aunque no sea violencia de género, pero es dolor, y yo como mujer que soy me sublevo ante tanta dejadez con respecto a nuestros temas, y tanto abandono en el no querer hacer de los jueces y el gobierno.