TIEMPO
Parecía que el tiempo y el sonido se aliaban para dejarme
confundida, con miedo y sin palabras, temblando esperando su furia.
Dejaba lo mejor para la hora del “recreo” esa era la hora
cuando mis hijos estaban en el colegio, y para él la hora del placer… de mis
lamentos y mis lágrimas, sus risas, y mi soledad.
Nuestra vivienda lejana de todas las casas de pueblo hacían de mis días un
continuo padecer, pero donde ir con mis cuatro hijos, sin un techo para ellos,
sin más vida que el día a día.
Yo al regresar a casa después de llevarlos al colegio le veía sonreír socarronamente, yo al principio pensaba que era como pedirme perdón sin
palabras, yo perdonaba la noche anterior, o la mañana, pero todo seguía igual,
incluidas sus violaciones, que como yo era suya… no tenía que pedir permiso,
era lo que él quería.
Dejo de hacerme marcas donde podían hacerse preguntas,
y solo permanecía en mi la tristeza, yo ya apenas hablaba, no sonreía, nada de la vida
era digno de vivirse, al menos para mí.
Intentar que mis hijos no notasen nada cada día era más difícil,
ellos más mayores dándose cuenta de más cosas, yo cada día más encogida del
dolor y la pena, de que ellos presenciaran algo más que palabras diarias.
Y seguí viviendo en los silencios, y llorando en medio del
campo, para que a su llegada todo pareciese normal, y nadie más llorase en esa
casa de furia y maldad.
Se me encoge el corazón ante tanto dolor.
ResponderEliminarBesos amiga, buena semana
No sufras amiga, es lo que hay mientras las leyes sigan estando como están, a pocas personas importa, solo queda ser fuertes, y así que vayan pasando los días y poder contarlo. Un beso.
EliminarQue triste, por favor...
ResponderEliminarBesos y salud
Así es Genín, solo podemos seguir chillando, algún día alguien podrá hacer algo, de momento feliz estoy de que estéis vosotros que le leéis cada día. Gracias por tu visita. Un abrazo.
EliminarEste blog me duele, pero para mí es un deber venir cada tanto a dar mi apoyo.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Hola Humberto, claro que duele, a todos nos duele, y mis letras son un canto de esperanza para algún día, quien sabe quién puede ayudar a estas mujeres siempre mirando al cielo y suplicando que todo termine…
EliminarGracias por venir a leerme, aun sabiendo que te hacen daño mis letras. Un abrazo.
Dejo de hacerme marcas donde podían hacerse preguntas, y solo permanecía en mi la tristeza,
ResponderEliminartriste, muy triste, pues las marcas que no se ven son las que más duele.
bendito será el mundo cuando estos ciegos puedan abrir los ojos y ver cuan grande es el daño que hacen a todas esas almas a su alrededor.
Un abrazo y un buen fin de semana.
Ambar
Hola Ámbar, muchas gracias por tu comentario lleno de compasión y entendimiento hacia estas mujeres que se ven incapaces de salir de esta cárcel, donde un loco las llevo de por vida. Un abrazo.
EliminarLola. La violencia de género en cualquiera de sus formas es aberrante, nunca pude entender a quien goza con el padecer de la otra parte. Padeceres palabras nacen de tu decir, y siento la tristeza que emana tu corazón.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Roberto, ya ves amigo que esta violencia está de moda, nada se hace y nada se cambia, las leyes están dormidas, y las mujeres, muchas… muertas. Gracias por entender mis palabras tristes, y la rabia contenida. Un abrazo.
ResponderEliminarDetrás de esa puerta deberían encerrar a los maltratadotes y tenerlos a pan y agua hasta que yo me cansara.
ResponderEliminarBesos.
Espero que no te cansaras pronto...Gracias Rafa, me gusta tu comentario. Un abrazo.
EliminarTodo muy triste querida amiga. Lo peor es que la cosa va a más.
ResponderEliminarUn beso
Así es, y cada día peor, el maltratador es hombre, quien dicta las leyes... también. Gracias amiga por tu visita. Un beso.
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