ESPEJO...
Recuerdo que más de una vez tuve miedo…
Que mi ser temblaba pensando en su llegada, en sus voces, en
su cansancio, en el mío.
Alguna vez llegaba amenazante, un mal día para él, se convertía
en una mala noche para mi, y yo jamás sabia que hacer, y callaba esperando el
golpe… y el miedo me paralizaba.
Después se calmaba, me decía que no podía evitarlo, que le
perdonase, y nuestra vida se volvía “normal” y yo deseaba volverme invisible a
su ira.
Yo recordaba a su madre diciéndome… cuando se ponga así no
le contradigas, deja que chille, después se le pasa, el es muy bueno, y yo le
hacía caso, el me insultaba, después se le saltaban las lagrimas y me besaba
pidiendo perdón… como siempre.
Un día deje de callar, y chille a la vez que el, eso a él no
le gusto, me dijo ¡¡¡ a mí no me chilles!!! Y yo le conteste, esto lo haces tú
cada día ¿sabes cómo me siento?
Y dio resultado, ahora chilla menos, y cuando me enfada yo también
lo hago, no es mi forma de ser, pero él para antes de gritar, porque yo le hago
de espejo al hacer lo mismo, y lo que ve… no le gusta.
que malo tiene que ser sentir ese miedo por la persona que un dia en un pasado creímos que fuera nuestro principe mi a pollo a todas esas personas y mi respeto y mi mano ayuda para esas personas
ResponderEliminarun beso lola
Rebelarse es un primer paso, chillar y gritar, y luego, irte. Un beso
ResponderEliminarHola hadama, vuelvo a encontrarte en este blog y te doy las gracias por leerme. Es un blog difícil, la gente entra pero no comenta, es como si tuviesen miedo, en el fondo la mujer sigue siendo víctima aunque tengan a las parejas lejos. Gracias por tu comentario. Un beso amiga.
ResponderEliminarHola Ana, no es fácil hacer todas esas cosas, el miedo paraliza, la mujer no es fuerte como para defenderse y más teniendo tanto miedo. Gracias por tu comentario. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta como escribes
ResponderEliminarHola Recomenzar, muchas gracias por tu visita. Un beso.
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